Presentar el HOGAR SAN JUAN, es hablar de la existencia y necesidades de las personas sin hogar, esas que vemos en la calle, o aun teniendo un techo, su situación es de marginación y vulnerabilidad, en muchos casos, de descarte.
Cuando comenzó esta casa, no pretendíamos crear un albergue o un comedor más. No pretendimos resolver la falta de plazas de atención, sino ofrecer UNA FAMILIA DE ACOGIDA donde como un niño que llega a nuestro mundo, la persona que está en la calle tenga el calor y las herramientas de un hogar que apoye su nuevo nacimiento, su reconstrucción.
Y como en toda familia, todos y cada uno son únicos en su historia, en sus esperanzas y en sus “desencuentros” con la vida. Por eso, dentro del hogar, cada uno puede encontrar la dinámica adecuada a su realidad: más joven, más mayor, más sano o algo enfermo, de aquí o de allí, de un credo y otro …… eso no cambia el fondo de su vida: la grandeza de ser Hijo.
Me gusta recordar que el primer acto del Hogar fue una eucaristía el 14 de abril de 2010, para la que nos prestaron los enseres, en una casa vacía, sin muebles, pero llenos todos del deseo de que nuestras vidas sirvan para algo más que para nosotros mismos.
Han pasado los años, y hoy te asomas a esta página web, que te cuenta que ha sido y es posible esta familia, que no es fácil mantenerla viva, pero que va más allá de nosotros, pues comenzó en el corazón de Dios, y a pesar de los fallos que también podrás descubrir, existe y responde a su identidad más profunda mediante la entrega del tiempo, de las cosas necesarias, de los alimentos, del dinero, de muchas personas que como voluntarios o bienhechores poniendo el trocito que tienen en esta obra que acoge la pobreza del mundo, ofrecen la propia pobreza compartida, que se convierte en riqueza en las manos del Dios que nunca deja de ser padre, aun cuando guarde silencio.
Si formas parte de esta carta, como huésped, voluntario, bienhechor …. GRACIAS. Si eres nuevo, déjate acoger también tú. Te esperamos.
Hno. Juan Carlos.